Las revoluciones más importantes de la historia nacieron en las plazas y terminaron en los palacios. La refundación de River nació en las tribunas y se trasladó al campo de juego. El hincha de River es actor principal en el proceso de transformación que nació ya hace muchos años y que se prolonga en el tiempo. El objetivo histórico de River siempre fue ser diferente para que lo diferencien de los demás. Los resultados están a la vista, somos distintos a todos los de nuestra especie. Una raza única porque nos identificamos con una forma de jugar, de vivir, de sentir. El sentido de pertenencia que generan estos colores es inigualable. Sentimiento de identidad que nos da la fuerza para alcanzar metas en común. Campo de juego y tribuna, van de la mano en este juego. River hizo del Monumental una fortaleza increbantable y la gente tiene mucho que ver.
Grandes equipos en toda la definieron nuestra impronta, nuestra manera de ser. Un capítulo más de los que marca nuestra historia. Demichelis llegó con la responsabilidad de continuar con un proceso por demás exitoso y lo logró. Formó un equipo ultra funcionalista con el arco de enfrente en el centro de la escena. Con una red global de juego asociado interpretado por mano de obra calificada, jugadores qué entendieron el mensaje y lograron llevarlo a cabo de manera elocuente. Un lenguaje futbolístico que crea, genera innumerables situaciones de gol. Ambición de ganar. Siempre buscando crear las condiciones satisfactorias para conseguir la victoria. Como a todo recién nacido hay que darle tiempo. El primer contacto con el mundo exterior fue ampliamente satisfactorio pero hay que madurar. Potenciar virtudes y aceptar debilidades. Seguir creciendo, emprendiendo. El error siempre abre una posibilidad, hay que aprovecharla para ser más fuertes. El éxito te da la posibilidad de creértela, está bien, pero no nos confundamos, podemos ser mejores, siempre se puede ser mejor. Sin dudas el objetivo máximo de River es la copa Libertadores y para eso debemos superarnos.
La base de las relaciones es la confianza. Confiamos en este equipo y tenemos la esperanza de que nos de muchas más alegrías en el futuro. Valoremos lo conseguido, aca las formas importan y mucho. Festejemos hasta el hartazgo. No nos olvidemos que “no hay nada más lindo que lo que nunca he tenido y nada más amado que lo que perdí”.
Por Daniel Modai, periodista de Herencia Millonaria
Imagen: Fer Arenas
















