Tras conocerse la decisión del PAMI de transferir 10.000 cápitas desde el Hospital Municipal Dr. Emilio Ferreyra a la clínica privada Cruz Azul, los concejales del interbloque de Unión por.la Patria coincidieron en la preocupación por las consecuencias de esta medida.
Evangelina Almada manifestó que la medida fue tomada “unilateralmente” y la consideran “con mucha preocupación”. Almada destacó que la Clínica Cruz Azul actualmente maneja 4.000 cápitas y “trabaja con su capacidad de camas llenas”. Recibir 10.000 cápitas de golpe sin una preparación previa genera serias dudas sobre la infraestructura del sistema privado para contener esta demanda.
“El sistema privado no puede contener esas 10.000 cápitas de PAMI sin una preparación previa”, afirmó la concejal, quien recordó que el último mes hubo más de 160 “rechazos conformados” del sector privado al público, es decir, pacientes de PAMI que la clínica privada derivó al hospital municipal. Este dato, según Almada, “da la pauta de que tal vez el sistema privado que tenemos en nuestra ciudad no esté capacitado en este momento para poder abastecer y dar asistencia a las 10.000 cápitas que le están pasando de PAMI al sector privado”.
Por su parte, el concejal Julián Kristiansen (Unión por la Patria PJ) fue más allá, calificando la decisión del PAMI como un “subsidio encubierto del Estado hacia un ente privado”. Explicó su argumento detallando que “si, por ejemplo, te va un paciente, todos sabemos que la clínica privada no cumplimenta el sistema de guardias completo de lunes a lunes”. Esto implica que un paciente con cápita de PAMI que requiera atención de urgencia y caiga en la clínica, “termina absorbiendo el impacto del trabajo en el hospital”.
Asimismo Rocío Mateo también se sumó a las críticas, aclarando que “no estamos en contra de que la salud privada se haga cargo de PAMI y de todos los pacientes que conforman la ciudad, pero no en las condiciones en que se están dando”.
Mateo enfatizó que la clínica privada “tiene muchas falencias que no van a poder ser asistidas si esto se sigue avanzando”. Anticipó un escenario preocupante donde la atención de los abuelos se convertirá en un “paseo”: “Van a caer a la guardia del hospital, los van a trasladar a la clínica, la clínica no va a poder dar la atención que se necesita y eso va a ser para el paciente, para los abuelos una complicación porque muchos no van a tener los recursos para hacer todos esos traslados y luego, bueno, también la espera de la atención”.
Por último, los concejales resaltaron que el Estado municipal ya se está haciendo cargo de gran parte de la demanda sanitaria y que la clínica “no va a estar preparada para eso”. La preocupación generalizada es el impacto directo que esta medida tendrá en la salud y el bienestar de los jubilados de Necochea y Quequén.











