Con las elecciones del 2023 cada vez más próximas, comienzan a escucharse una serie de
slogans de campaña algo confusos, que en principio mezclan conceptos de seguridad vial,
espacio público y movilidad. Sin intenciones de polemizar y menos de meterme en la
contienda electoral, pero sí con el objetivo de dar un sustento y un marco teórico a este mix de
conceptos mezclados con mera intención electoral, es que escribo estas breves líneas.
Una breve intro
En principio, es necesario definir una serie de conceptos como espacio público, movilidad y
transporte.
El primero, el espacio público, es todo el espacio de la ciudad que no pertenece a las
edificaciones, por la cual se circula y se accede a los edificios públicos y/o privados en el cual
se desarrollan actividades recreativas, culturales, políticas, entre otras.
En otras palabras, la calle, la acera, las plazas, los parques pueden ser considerados dentro del
espacio público, el cual es un derecho para todas las personas, por eso tiene que ser un lugar
distribuido en forma equitativa donde debe primar el derecho colectivo por sobre el
individual.
Pero, siguiendo con las definiciones, la movilidad es el transporte como una necesidad y
acción de las personas más que una cuestión de infraestructuras, mecanismos y mecánicas
que permite ese trasporte.
Imagen 1: Supermanzanas en Barcelona

Finalmente, y para cerrar este breve marco teórico, el transporte es definido como la
producción de viajes satisfactorios, seguros, confiables y sostenibles en cantidad y calidad.
¿Y para qué todo esto?, bueno, en principio es porque las ciudades están teniendo un
problema en su espacio público, ya que históricamente fue distribuido en forma inequitativa y
Necochea no es la excepción.
Desde la llegada del automóvil y su posterior masificación, las ciudades fueron diseñadas para
los vehículos de cuatro ruedas, lo que en nuestros tiempos se está convirtiendo en un
problema. Si una persona quiere llegar en automóvil a su lugar de destino porque es más
cómodo, le brinda independencia y los días de lluvia no se moja no será problema, pero ahora,
si todas las personas quieren hacer lo mismo, se torna un poco más complicado.
En la actualidad, el transporte produce aproximadamente el 25% de los gases del efecto
invernadero y las ciudades son las responsables del 70% de esa contaminación, donde
quienes más contaminan son los automóviles. Además, los automóviles son los vehículos con
mayor ineficiencia en el uso de la energía, ya que la energía que se necesita es en gran parte
para movilizar la carrocería de 1 TN y no tanto para mover a las personas que van en su
interior.
Imagen 2: Evolución temporal de las emisiones de GEI por distintos sectores productivos.

Por otro lado, volviendo al concepto de espacio público, los automóviles ocupan la
prácticamente un 80% de ese espacio, ya sea movilizándose o detenidos, esto último lo hacen
el 90% de su vida útil. Finalmente, los automóviles y las motocicletas se encuentran
involucrados en un 70 a 80% de los siniestros viales, lo que le implica al Estado un costo muy
alto.
Todo esto hace que esos viajes, no sean satisfactorios, seguros, confiables y sostenibles en
cantidad y calidad.
Imagen 3: Ejemplo de ocupación del espacio para estacionar en una calzada. Corte de un frente de manzana

Esta cultura autocentrista, ha ido en detrimento de otros usuarios de la vía pública. Por
ejemplo, circular a pie por las veredas de la ciudad a veces se torna complicado debido a la
cantidad de vehículos estacionados sobre la vereda, algo que está prohibido, pero que no
recibe ningún tipo de sanción. Otro ejemplo es lo que sucede en las entradas y salidas de los
colegios en horarios picos, automóviles en doble fila que complican al resto de los usuarios
de la vía pública o los automóviles estacionados en sendas peatonales o rampas o lo
potencialmente peligroso que resulta en verano los automóviles en las playas circulando a
velocidades elevadas.
Es en ese contexto que moverse a pie o en bicicleta por la ciudad resulta complicado.
Sentido común
Entonces, si los automóviles son responsables de la contaminación ambiental, además de la
acústica y visual, ocupan la mayoría del espacio público, utilizan la energía en forma ineficiente
y se encuentran presentes en la mayoría de lo siniestros viales, la lógica nos indica que
estamos ante un problema. Es por eso que diferentes ciudades del mundo y de la Argentina
están avanzando en medidas para resolver esta problemática, tratando de desincentivar el
uso del automóvil y fomentando el uso de las movilidades activas, aquellas que no
contaminan, no provocan siniestros viales y son más saludables o incentivando al uso del
transporte público.
Imagen 4: Cantidad de personas transportadas por hora en un carril de 3,5 m de ancho por modo

Construcción de ciclovías, incentivo al uso de la bicicleta, áreas peatonales, horarios donde el
acceso del automóvil a zonas de mayor afluencia se restringe, entre otras medidas. Claro que
también, entre estas medidas, está el estacionamiento medido que es el tema que aquí nos
convoca.
Como venimos hablando hasta acá, el espacio público es un derecho para las personas, el
problema es que ese espacio público es siempre el mismo, pero para más cantidad de
personas, por eso su utilización entra en disputa y es necesario regularlo. La lógica indica que
una persona que llega a pie, en bicicleta o en transporte público a la zona céntrica en horario
pico me genera menos problemas de contaminación, de siniestralidad vial y de ocupación del
espacio público que una persona que se traslada en auto y es por eso que se cobra el uso del
espacio público, pero se le cobra al uso del espacio público por parte del vehículo, no por
parte de la persona.
En términos de movilidad, se conoce, pensar la ciudad en función de la pirámide de movilidad
invertida, donde tienen mayor prioridad las personas que se trasladan a pie que los
automóviles, como sucede hoy.
Pirámide de movilidad invertida

En otras palabras, si elegís trasladarte al centro a las 11:00 de la mañana en auto a la puerta
del banco o de un comercio y estacionar tu auto a metros de la puerta de tu destino, vas a
tener que pagar por eso, porque como vos, muchas personas deciden hacer lo mismo y no hay
lugar para todas ellas. En todo caso, si elegís trasladarte en automóvil y no querés pagar, tenés
la opción de dejar el vehículo fuera de la zona de estacionamiento medido o trasladarte en
otro medio más eficiente como ya he mencionado anteriormente, porque el espacio público
es un derecho, pero para las personas, no para los vehículos.
El lugar que ocupa un auto puede ser ocupado por 10 bicicletas.
En definitiva, es irresponsable abordar este tema mediante slogans de campaña para captar
votos de un sector, sin tener en cuenta la problemática que tienen las ciudades hoy y que
según las proyecciones será más conflictiva en el futuro. Además, esta medida no tiene nada
de original, muchos municipios de la provincia de Buenos Aires cuentan con este sistema,
Olavarría, Bahía Blanca, Tandil, La Plata, Mar del Plata y también la Ciudad de Buenos Aires.
La herramienta como tal, tiene buenas intenciones y en todo caso si su gestión es mala, habrá
que modificar la gestión, pero no eliminar la herramienta. Sobre todo, porque retroceder en
este tipo de medidas, hará que un futuro sea más difícil volver a implementarla y en ese
futuro, vamos a necesitar de esta medida y muchas más, para vivir mejor en comunidad.

Por Marcos Pascua










