Aguante Ochandio carajo¡¡¡ dijo el Intendente Miguel Gargaglione al culminar su
breve discurso y agradecer a quienes hicieron posible la concreción de la 2º edición de
la Salchicha Parrillera. Es que luego de aquel 14 de julio de 2019, y con pandemia de
por medio, esta fiesta no había podido reeditarse.
Desde muy temprano en la mañana, esta localidad del Partido de San Cayetano
comenzó a recibir visitas. Los fuegos se encendieron, en la Plaza del Niño se ubicaron
los más de 70 expositores, escenario, sonidistas y locutor (quien sino Carlos “Coty”
Igoldi) ya estaban a la espera de los artistas.
“Lo primero que resalto es la posibilidad de reencontranos, volvemos a tener un
ritmo de festejos. Estamos felices por la cantidad de gente que se ha acercado, de
varios lugares. Agradezco especialmente a la comunidad de Ochandio, a las familias, a
las instituciones educativas, la Iglesia, a todos quienes de una manera u otra
colaboraron para que esta fiesta sea un verdadero éxito”, comenzó expresando el
Intendente luego de escuchar las palabras emocionadas de Norma, una de las vecinas
que trabajó incansablemente para esta fiesta.
“El Municipio siempre está presente y lo va a seguir estando; hoy se están
inaugurando los baños del Club, una obra que sus vecinos pidieron a través del
presupuesto participativo, y que son imprescindibles en estas fiestas. Muchas gracias a
todos y aguante Ochandio carajo¡¡¡”, cerró Gargaglione.
Pasadas las 13:30 horas, mientras algunos saboreaban las variedades de
salchichas, carnes y demás comidas que se ofrecían, y otros se ubicaban en lugares
estratégicos buscando sombra y lo más cerca posible del escenario, ya comenzaban las
actuaciones artísticas…y no culminarían hasta cerca de la medianoche.
Y las hubo para todos los gustos: el rock de la mano de “Blachu y sus amigos” y
las chicas de (Paréntesis); las danzas folklóricas con “El Amanecer”, “Sangre de
Mistol”, “Dejando Huellas”, “Mayol de Oro” y “Ceibo en Flor”; grupos folklóricos
locales y de la región: “Entre Amigos”, “Alma Pacha”, “Voces Nuestras” y “Águila
Dorada”. Y el final, cuando el sol se apagaba pero el calor continuaba, fue a puro ritmo
con “Cumbia Nena” y “Zona Azteca”.
De manera simultánea pasaban otras cosas y muy interesantes, como la visita
guiada donde se recorrían los establecimientos educativos, el ferrocarril, la vieja
cooperativa, un tradicional almacén, la Iglesia; paseos en carruaje; muestra fotográfica
en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús; actividades recreativas, y muchos encuentros de
vecinos que hacía tiempo no se encontraban en Ochandio, para muchos su lugar de la
infancia.
Con los últimos acordes de una vieja y conocida cumbia se fueron apagando los
fuegos, con el cansancio lógico de haber cumplido con una larga jornada se desarmaron
los stands, se juntaron los asadores y se comenzó a idear la 3º Fiesta de la Salchicha
Parrillera.














