Muchas veces pequeñas obras mejoran considerablemente la calidad de vida de los vecinos
Esta semana se conoció que la gestión municipal llevara adelante trabajos de remodelación en el hospital Irurzun más puntualmente en el sector de la vieja cocina.
Espacio que se destinará para instalar un consultorio y un SUM para talleres con amplias comodidades, de manera de brindar una comodidad mayor en la atención del equipo de neurodesarrollo municipal.
Más allá de las cuestiones vinculadas a la salud es necesario señalar la importancia qué ha adquirido este equipo conformado por profesionales de la salud.
Primero para que se sepa que el equipo de neurodesarrollo está abocado a la evaluación de niños que presente algún signo de alarma en su desarrollo.
Son muchas las familias de nuestro distrito qué acuden a este equipo ya sea por decisión propia o por sugerencia de algún pediatra o institución educativa, pero se sabe que tal vez a causa de la pandemia se han incrementado las consultas sobre cuestiones relacionadas déficit de atención trastornos del lenguaje y demás alteraciones qué comprometen el vínculo y la relación social.
Este servicio que se brinda está a poco de cumplir un año. Pero más allá de todo eso lo que se busca es destacar cómo un trabajo silencioso, colabora con el desarrollo no sólo de un niño sino de toda una familia y por ende de la comunidad.
Este tipo de cosas fortalecen el sistema público de salud, en el que nos atendemos todos. Seguramente no tiene el brillo de una obra de bacheo, remodelación o la construcción de algo, pero brinda un nivel de atención clave para muchas familias.
Obras como estas mejoran la calidad de vida de todos nosotros.
Hace diez años un spot municipal hablaba que una sonrisa de un niño también era una gran obra. Hoy dar respuestas y soluciones vinculadas a la salud también lo es.














