Las últimas internas de la Unión Cívica Radical ordenaron al centenario partido en nuestra ciudad y el voto de los afiliados definió a la nueva conducción por los próximos dos años.
La cual, encabezada por Carola Bertoldi como presidente y Mateo Ruppel como vicepresidente, tendrá dos desafíos qué se destacan por sobre otro tipo de actividades o acciones que puedan llevar adelante.
Lo primero está claro que tras una interna es generar un orden puertas adentro del comité, convocar a todos los sectores y alcanzar una unidad entre los diferentes espacios para fortalecer el trabajo diario del partido, el cual contenga y tenga repercusión entre los vecinos.
El segundo es claro, es encontrar la persona que encabece el proyecto de la Unión Cívica Radical para llegar a la intendencia en 2023.
No es algo fácil dado que ha habido una danza de nombre durante todo el 2022, pero no hubo una sola persona que haya aglutinado a la mayoría de los radicales para poder ser quien encabece la lista.
Tras las internas nuevamente se empieza a trabajar en esto, a lo que se sumará el trabajo se va hacer desde el Comité para generar las propuestas y proyectos que seduzcan a los necochenses.
Falta quién encabeza el proyecto.
Aunque eso no está definido, tras el resultado electoral no son pocos los radicales que creen que Carola Bertoldi pueda llegar a ser esa persona. Tampoco hay que descontar a Gonzalo Díez, quién más allá que haya sido candidato en las últimas elecciones, posee un nivel de conocimiento y un caudal de votos más que interesante.
Ante esta actualidad, la UCR de Necochea, tan afecta a su propia historia y próceres, debe ver en la trayectoria de Ricardo Balbín muchas de las respuestas que alumbren este presente.
Balbín fue uno de los grandes líderes del radicalismo en el siglo 20.
Y por qué decimos esto, siendo que Balbín, por ejemplo, nunca llegó a la primera magistratura del país pero si durante gran parte del siglo pasado -al menos por tres décadas- fue quién quién lideró al radicalismo en el país y en ese tiempo generó un orden interno, representó un porcentaje importante de la sociedad en pleno auge del primer peronismo, fortaleció y mantuvo un caudal de votos interesante, qué fue la base sobre la cual en la década del 80 se paró Raúl Alfonsín para llegar el 30 de octubre de 1983 a obtener más del 50% de los votos.
Todas éstas cuestiones son necesarias hoy en el radicalismo local, por eso sí pensamos que algún dirigente radical pueda pelear por la intendencia, será necesario qué se genere un orden interno, que haga que las propuestas radicales superen las paredes del comité y seduzcan a gran parte de la comunidad.












